El término "trastornos de la alimentación" hace referencia a una variedad de trastornos. La característica común de todos ellos es la conducta alimentaria anormal. Estos trastornos son problemas serios de salud mental y pueden poner en peligro la vida.
Suelen comenzar en la adolescencia y con frecuencia se presentan con depresión, trastornos de ansiedad y abuso de drogas. También pueden presentar problemas físicos graves, como afecciones coronarias o insuficiencia renal. En los casos más graves, los trastornos alimenticios pueden provocar desnutrición grave o incluso, la muerte.
El tratamiento incluye supervisión, tratamientos de salud mental, asesoramiento nutricional y, algunas veces, medicinas.
Bulimia
La persona que la padece se da grandes atracones de comida y después trata de compensarlo con medidas drásticas, como el vómito forzado o el ejercicio físico excesivo, para evitar subir de peso. Con el tiempo, estas medidas pueden resultar peligrosas.
Trastorno por atracón compulsivo
El trastorno por atracón es un trastorno alimenticio similar a la anorexia y la bulimia porque la persona se da atracones regulares (más de tres veces por semana). Pero, a diferencia de los otros trastornos alimenticios, las personas con este trastorno no intentan “compensar” el exceso con purgas.
Las terapias son una parte crítica para el tratamiento de los trastornos alimenticios. En muchos casos, la terapia familiar es la clave para la recuperación de hábitos saludables de nutrición.
Pensamiento critico
Esta situación, que se da en otros aspectos de la vida de los jóvenes, también se refleja en la alimentación.
Es el momento de la vida en que uno se acepta o no tal como es: gordo, flaco, alto, bajo, etc. Pero en este aspecto también influye la moda y así empiezan los problemas: estoy gorda, tengo mucho de aquí, poco de allá etc.
Con tantas cosas en la cabeza, los adolescentes olvidan, con demasiada frecuencia, que para vivir sano es muy importante una dieta sana, equilibrada y suficiente. Este olvido está llevando a un elevado índice de trastornos alimentarios que comprometen mucho la salud.
Esto se pude lograr si se les brindaran programas de alimentación y nutrición para prevenir problemas relacionados con la alimentación, en el ámbito escolar, familiar y comunitario, impulsar estrategias de prevención y detección de los trastornos relacionados con la alimentación, facilitar a los adolescentes la información necesaria para que puedan tramitar denuncias ante los organismos competentes, así como la posibilidad de recabar información a través de una línea de teléfono habilitada al efecto o por medios telemáticos y establecer mecanismos para la revisión de la información de los mensajes sobre métodos y dietas engañosas que invitan a adelgazar y rendir culto al cuerpo, plasmados en los medios de información dirigidos especialmente al público juvenil y adoptar las medidas necesarias, administrativas o jurisdiccionales, tendentes a evitar las mismas